La limpieza, el mayor precio de la plata

La plata ha sido tradicionalmente muy popular entre las mujeres para lucir joyas de calidad pero no demasiado caras en su día a día. Los hombres se han decantado por la compra de plata para hacer regalos en celebraciones menores que no requerían un gran desembolso de dinero. Generalmente las joyas que se regalan a los niños son de plata por temor a que puedan perder una pieza más valiosa.

La plata es, por tanto, muy popular en nuestro día a día. Casi siempre lucimos alguna joya o adorno de plata cuando salimos a la calle. Además, últimamente la plata está ganando importancia en la decoración de interiores. Comenzaron predominando los tonos negros y blancos combinados con toques en plata y ahora son cada vez más los adornos que se hacen en este material. Incluso las vajillas y cristalerías más decorativas están muchas veces decoradas en plata.

Pero no vamos a engañarnos, no todo es un camino de rosas. Aunque los objetos de plata sean más asequibles que los que están fabricados con otros metales preciosos, hay que pagar un precio por lucir adornos y joyas de plata. El mayor precio de la plata es su limpieza, requiere tiempo y dedicación. Eso sí, los resultados son una excelente recompensa.

La buena plata se ensucia mucho, tiende a oxidarse y volverse negra y opaca perdiendo su característico brillo. Hoy os damos unos consejos para devolver todo el brillo a tus objetos de plata.

Lava la plata a menudo

Los objetos lisos, sin mucho relieve, se pueden limpiar fácilmente. Lo ideal es mantenerlos habitualmente para evitar que se ensucien mucho y cueste mucho más trabajo que vuelvan a estar brillantes. En el caso de estos objetos lisos lo mejor es lavarlos con agua caliente y jabón. De este modo se mantendrá limpia mucho tiempo y solo de vez en cuando será necesario pulirla.

Los objetos con relieve requieren más atención porque se acumula más suciedad en los recodos del diseño. Lo mejor para mantenerlos limpios es lavarlos con agua caliente y jabón frotando los relieves con un cepillo suave.

Pule la plata cuando empiece a perder brillo

A pesar de lavar la plata a menudo, es inevitable que se oxide y que sea necesario proceder al pulido para devolverle su brillo inicial. Para proceder al pulido es recomendable utilizar guantes y así evitar dejar huellas en el objeto de plata, también servirá para protegernos de los productos fuertes.

El pulido se puede realizar con productos específicos para limpiar plata, pero estos productos se pueden sustituir por otros que habitualmente tenemos en casa y que son igualmente eficaces. Estos productos son el bicarbonato, la pasta de dientes y el alcohol.

Si utilizamos un producto específico, debemos utilizar un trapo fino para extenderlo por el objeto, llegando a todos los rincones con la ayuda de un cepillo o bastoncillo, y después dejarlo actuar. Tras unos minutos se procederá al pulido con la ayuda de un trapo limpio y seco hasta conseguir que la plata brille de nuevo.

Si nos decidimos por utilizar pasta de dientes podemos seguir los mismos pasos descritos anteriormente.

Para limpiar la plata con bicarbonato, puedes aplicarlo de forma uniforme sobre toda la superficie. Puedes mezclar el bicarbonato con agua para extenderlo mejor. Una vez cubierto todo el objeto, habrá que pulir con un trapo limpio.

Los objetos de plata pueden sumergirse en un poco de alcohol. Después de dejar actuar unos minutos procederemos al secado con un trapo seco.

Protege los objetos siempre que sea posible

Cuando no se trate de objetos decorativos que tenemos siempre expuestos, podemos evitar que se ensucien protegiéndolos del aire lo más posible. Las joyas, por lo tanto, pueden guardarse en bolsas con cierre hermético y por separado. De este modo tendrán menos exposición al aire y se mantendrán limpias durante mucho más tiempo.

Ahora que ya conoces algunos trucos para que tu plata esté siempre limpia y brillante como el primer día, no tienes excusa para no comprar más objetos de plata.

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